¿Alguna vez os habéis preguntado por qué se utiliza cloro para el cuidado de las piscinas? Os lo explicamos a continuación.
En la mayor parte de los casos, los productos clorados son las sustancias elegidas para el tratamiento químico del agua, ya que es muy sencillo controlar sus niveles y se consideran inocuos. La intención es desinfectar el agua, eliminar los microorganismos patógenos y los gérmenes que pudieran ser infecciosos.
El cloro en una piscina se elige según una serie de variantes: hay que tener en cuenta el tamaño de la piscina, la capacidad de litros de agua, donde se encuentra, el tiempo que la rodea, etc. En fin, todo lo que puede condicionar a la piscina.
Existen varios tipos de cloros. Se pueden diferenciar según su composición (sodio, calcio o hipoclorito de calcio) o según su forma (granulado, en pastillas o líquido).
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